Carmat, la empresa francesa creadora de un corazón artificial, se declaró este lunes en suspensión de pagos y adelantó que pedirá acogerse a un proceso de administración judicial para intentar resolver sus problemas de tesorería.
La firma de innovación médica, fundada en 2008 por el cirujano cardíaco Alain Carpentier, tuvo también que suspender su cotización en el índice dedicado a las pymes de la Bolsa de París.
En un comunicado, Carmat anunció que demandará protección judicial al Tribunal de Asuntos Económicos de Versalles, después de no haber logrado los 3,5 millones de euros necesarios a finales de junio.
La empresa francesa fue la creadora de un corazón artificial, bautizado ‘Aeson de Carmat’, que fue implantado por primera vez en una persona en el hospital Georges Pompidou de París en diciembre de 2013.
Desde entonces, un total de 122 pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada han contado con este implante.
No obstante, entre finales de 2021 y octubre de 2022, los trasplantes tuvieron que interrumpirse debido a fallos en el corazón artificial que se cobraron la vida de dos personas.
EFE