Expertas abordan la labor de la mujer en el mundo empresarial venezolano

Este sábado 8 de mazro se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y la periodista Margarita Oropeza recibió en la mesa de análisis de "Abriendo Puertas" a tres profesionales de los negocios en Venezuela para conversar acerca de los derechos, la igualdad y el empoderamiento femenino: Tiziana Polesel (periodista y segunda vicepresidente de Fedecámaras); Patricia Valladares (abogado y presidente de la Alianza Venezolana Empresarial por el Liderazgo de las Mujeres - AVEM); y Daniela López Tarre (administradora y presidente de la Cámara Venezolana del Comercio de Juguetes y afines).

Ante la pregunta de si las mujeres son iguales a los hombres, Valladares aseguró: "Por supuesto que no. Yo no quiero ser igual a nadie, ni a otra mujer, ni quiero ser igual a los hombres. Yo creo que todos somos únicos y tenemos características muy particulares; los hombres tienen su fortaleza, son más arriesgados, pero nosotras aprendemos rápido (…) y nuestras debilidades que eran vistas, nuestras emociones, nuestros sentimientos (…) ahora eso es una fortaleza y nos hace empáticas".

López Tarre, por su parte, se refirió a que en los negocios ambos se complementan, aunque "cada día se demuestra más que es muy importante la presencia de las mujeres en la empresa (...) y [que] es cierto que en los cargos de dirección no están las mujeres en la misma proporción que los hombres". Polesel, al respecto, afirmó que para evitar los sesgos de género en el trabajo: "lo que debe definir a un empleador son las competencias, qué es lo que una mujer es capaz de hacer para un determinado cargo".

En cuanto a la dificultad de las mujeres para insertarse en el mundo laboral, Valladares comentó: "Todo depende de la etapa de la vida de la mujer, porque también estamos hablando de las mujeres como que, si eso fuese lineal, pero cuando nos hacemos madres las cosas cambian, porque entonces pasamos a tener la responsabilidad de nuestros hijos y entonces, ¿qué hacemos? (…) [para] que estén bien cuidados y nosotros también podamos crecer como persona; es muy retador, pero sí se puede".

Considerando que los índices de machismo siguen siendo altos en muchos países del mundo, el tema cultural tomó valor en el debate. "Yo tuve un serio choque en Japón. Nadie entendía cómo yo podía vender repuestos para camiones pesados en Japón siendo mujer, nadie quería reunirse conmigo (…) pero la que iba a hacer negocios era yo y la que tenía que adaptarse a esa cultura era yo (…) uno tiene que entender que culturalmente no puede forzar a otra cultura", expresó Polesel.

Sobre la presencia de las mujeres en las posiciones de poder, Valladares repasó algunas cifras mundiales relacionadas con la participación de estas en las presidencias y juntas directivas. Siendo todavía unos porcentajes menores, señaló: "Seguimos siendo primeras en muchas cosas (y) mientras haya primeras, eso está mal. Tiene que dejar ser un mundo de primeras, tiene que ser una cosa normalizada que estemos en todos los deportes, en todas las posiciones y en todas las listas".

En ese sentido, Polesel hizo énfasis en que esas cifras pertenecen a las grandes corporaciones, pero que en Venezuela la realidad es distinta. "Nosotros en Fedecámaras que recorremos el país, que salimos afuera de Caracas todas las semanas, nos damos cuenta que en las pequeñas y medianas empresas de Venezuela el liderazgo femenino se está imponiendo (…). La mayor parte de las empresas medianas y pequeñas en Venezuela son empresas familiares, donde el liderazgo femenino es interesantísimo".

Al abordar la brecha salarial entre hombres y mujeres, López Tarre mencionó: "Las estadísticas en el mundo entero demuestran que el salario de las mujeres –en la misma posición- es menor que el de un hombre en esa posición (…). Ha mejorado con el tema de la inclusión, que se está trabajando a nivel mundial, por eso las mujeres están ocupando mayor posición de liderazgo; sin embargo, el tema del salario todavía no se ha equiparado y es una lucha que tenemos que seguir teniendo".

Sobre ese punto en específico, Polesel agregó que no se debería generalizar porque –dependiendo del mercado- las razones que sustenten la diferencia salarial pueden variar. Sin embargo, aclaró: "Si no me sabes explicar el criterio, algo anda mal". 

López Tarre, al conversar acerca de la situación actual de la economía local y cómo la mujer venezolana ha tenido que asumir múltiples trabajos para poder subsistir, precisó: "lo ideal es que la mujer tenga un trabajo en el que pueda ser bien remunerada y que sea uno solo, y que no tenga que estar rebuscando dos o tres trabajos porque sí es complicado, va a llegar un momento en el que se agota y algo no va a salir bien por todo lo que tiene que atender".

Abordando los diferentes tipos de violencia basada en género, entre las que destacan la física, psicológica y patrimonial, Valladares apuntó: "La violencia es un tema muy muy complejo porque ataca desde la autoestima (…) Entonces, nosotros tenemos que apoyar a las mujeres; primero, educarlas desde niñas y luego hacer el acompañamiento apropiado con las instituciones que así lo logran".

Al consultarles qué le aconsejarían ellas a todas las mujeres que deseen incorporarse al mundo empresarial, Daniela López Tarre aseguró: "Que se puede. Definitivamente sí se puede. Claro que se puede. La verdad, es apasionante (…) Así que el futuro que tenemos por delante, yo creo que es maravilloso y las mujeres estamos aquí para aportar al crecimiento de este país".

Patricia Valladares, en ese mismo sentido, señaló: "El primer ingrediente, ya lo dijiste tú [Daniela], es quererlo (…). El segundo ingrediente, por supuesto, estar preparada, pero no estar tan preparada como crees que tienes que estar preparada. (…); y adicionalmente, nunca dejes tus finanzas en manos de otro. Tú manejas tu dinero, aprende de finanzas, saca tus cuentas (…). Ve a lo que quieres, demuestra con números".

Finalmente, Tiziana Polesel concluyó: "Yo siento que, en el mundo laboral, [hay que] decir las cosa con respeto, mantener esa feminidad que nos diferencia (…) [y] en el mundo de las empresas pequeñas, medianas y familiares –que son la mayoría en Venezuela- aceptar, entender, que la mujer es unificadora (…) es la que transmite las tradiciones en la familia y en la empresa".

Venevisión