Independiente de las negociaciones que en forma reiterada pregona el Gobierno nacional para las reuniones que deberán celebrarse en México con representantes de la oposición, el vicepresidente de la comisión para el diálogo, el entendimiento y la paz de AN, diputado Luis Eduardo Martínez explica "la Asamblea Nacional (AN) propicia encuentros con un carácter mucho más amplio de participación de los distintos sectores que forman parte de la vida del país"
Para el parlamentario, quien además figura como jefe de la fracción de Acción Democrática (AD), la mayor de la oposición en el seno de la AN, “el dialogo que se adelanta desde la Asamblea Nacional va mucho más allá de los sectores políticos: involucra a la casi totalidad de los sectores de la vida del país, en un proceso de intercambio permanente, que no solo fortalece la agenda legislativa sino que convierte al Parlamento en una surte de bisagra entre la sociedad y el resto del poder público venezolano”.
Para Martínez, con los sectores distintos a los políticos, más que negociar se trabaja conjuntamente en el diseño de presentación de nuevas leyes y / o de reformas parciales de las que apunten a la reactivación económica, conclusión social, en el rol de bisagra con las distintas instancias del poder.
“En el buen sentido de la palabra, se gestionan soluciones puntuales para problemas puntuales”, expresa, y cita como ejemplo la solicitud planteada por el diputado José Gregorio Correa al presidente de la República, sobre la necesidad de eliminar las alcabalas, “con una respuesta positiva por parte del jefe del Estado”.
Martínez agregó, “con los sectores políticos las velocidades son diferentes: con aquellos que creemos en el voto y en la ruta electoral democrática y pacífica la relación es fluida; con aquellos que no creían, pero que ahora creen, hay avances entre los cuales, sumado a los primeros, la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral, así como la construcción de garantías que hagan posible un aumento considerable de la participación, tanto de electores como de candidatos y seguramente el más visible y también el que más facilita la procura de la estabilidad política. Y con aquellos que no creen en el voto, también ha habido acercamiento, y el solo reconocernos, aunque en algunos casos sean encuentros privados, también es positivo ”.
El Universal.