La lava del volcán de Cumbre Vieja, en la isla española de la Palma, afecta ya a unas 400 hectáreas y el delta marino que ha formado en su caída al mar ocupa una superficie de casi 29,7 hectáreas, según la información actualizada este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
El derrumbe parcial anoche de la estructura del cono parece haber unido las bocas eruptivas del volcán, lo que está provocando un mayor caudal de salida de lava, que alcanza en determinados puntos casi un kilómetro de anchura máxima.
La ceniza afecta principalmente a la vertiente sur de La Palma y no se descarta que partículas más finas de ceniza puedan alcanzar la isla de El Hierro, señaló el DSN.
Ante la merma en la calidad del aire en zonas próximas a la colada se decidió el desalojo del personal científico y de emergencias, así como de los vecinos que fueron a recoger enseres de sus viviendas.
El interés de monitorizar el dióxido de azufre responde a que la emisión de este parámetro geoquímico está «estrechamente» relacionada con la tasa de emisión de magma de este tipo de sistemas volcánicos, añadió el Involcan.
Si se observa una tendencia descendente de este parámetro geoquímico durante el proceso eruptivo será una señal «inequívoca» de que la erupción se acerca a su final, explicó.
En cuanto a la prestación de servicios básicos, el suministro eléctrico y de telecomunicaciones opera con normalidad, no así el abastecimiento de agua potable y de riego, que se ha visto afectado en algunas localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane.
Para garantizar el riego de las plantaciones afectadas, se espera que hoy lleguen a la Palma dos plantas desaladoras portátiles que se instalarán en el área de Puerto Naos y se ha trasladado desde la península un buque cisterna con capacidad para 30.000 metros cúbicos que permitirá aumentar el caudal de agua para riego.
EFE