Rusia lanzó la sonda Luna-25 con la misión de ser el primer país que aluniza en el Polo Sur del satélite de la Tierra, donde espera encontrar agua en forma de hielo.
La estación automática, que despegó a las 23.10 GMT desde el cosmódromo Vostochni, que se encuentra en el Lejano Oriente ruso, alcanzará la órbita lunar dentro de 4 o 5 días.
La sonda, que está equipada con paneles solares, fue lanzada por el cohete portador Soyuz-2.1b y propulsada por el bloque Fregat a la hora prevista.
A los nueve minutos y unos pocos segundos la Luna-25 entró en trayectoria suborbital tras superar las tres primeras etapas y separarse definitivamente de su cohete portador.
Según los cálculos del Centro Lavochkin, fabricante del aparato, este se separará del bloque propulsor cuando alcance la trayectoria de vuelo hacia la Luna una hora y 20 minutos después del lanzamiento.
La rusa Luna-25 es heredera de la soviética Luna-24, la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976. La misión había sufrido continuos retrasos desde 2019, a lo que contribuyó también la decisión de la Agencia Espacial Europea de suspender el pasado año su cooperación con el programa lunar ruso debido a la guerra en Ucrania.
Una vez alcanzada la órbita lunar, la nave espacial rusa tardará aún varios días -entre tres y siete- en maniobrar para encontrar la órbita correcta y alunizar al norte del cráter Boguslawski en una zona con un relieve accidentado y condiciones adversas, según la agencia espacial rusa, Roscomos.
El objetivo de la misión rusa es desarrollar la tecnología de alunizaje, tomar muestras de la superficie y estudiar la capa superior del regolito lunar, desde su relieve hasta su composición y solidez, y también analizar su exosfera.
EFE