Rosa Tarlovsky de Roisinblit, presidenta honoraria de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, ha fallecido a los 106 años. La noticia fue comunicada este domingo por la propia institución, que destacó su inmensa labor en la búsqueda de los niños secuestrados durante la última dictadura militar argentina (1976-1983). Conocida cariñosamente como "Rosita", fue un referente mundial en la defensa de los derechos humanos.
Nacida en 1919 en la provincia de Santa Fe, Rosa se graduó como obstetra y se mudó a Buenos Aires en 1949. Su vida dio un giro trágico en 1978, cuando su hija, Patricia Julia, fue secuestrada por la Fuerza Aérea, embarazada de ocho meses. Junto a Patricia, también fueron capturados su pareja, José Pérez, y su primera hija, Mariana Eva.
Gracias a los testimonios de sobrevivientes, Rosa supo que su hija fue llevada a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros clandestinos de detención de la dictadura. Allí, Patricia dio a luz a un niño, al que llamó Rodolfo Fernando.
La búsqueda incansable de su nieto llevó a Roisinblit a unirse a Abuelas de Plaza de Mayo. En el año 2000, Rosa finalmente abrazó a su nieto, Guillermo Pérez Roisinblit, quien había sido apropiado ilegalmente. A pesar de haberlo encontrado, Rosa nunca cesó su activismo, dedicándose a la búsqueda de los miles de nietos y nietas que aún faltan por ser restituidos.
Hasta 2021, ocupó el cargo de vicepresidenta de la organización, y las Abuelas de Plaza de Mayo la recuerdan como una mujer "ejemplar, con una vida de lucha, trabajo y perseverancia". Su legado perdurará como un faro de esperanza y determinación.
EFE