Las principales autoridades de Portugal, con el presidente Marcelo Rebelo de Sousa y el primer ministro Luís Montenegro a la cabeza, rindieron este jueves homenaje a las víctimas del accidente del miércoles de un funicular en Lisboa, donde al menos 16 personas murieron y otras 23 resultaron heridas.
La misa fue oficiada por el patriarca de Lisboa, Rui Valério, en la iglesia de São Domingos, en el centro de la ciudad y cerca de donde se produjo el descarrilamiento del funicular de Gloria.
En su sermón, Valério destacó que entre "el hombre y la máquina siempre ha existido una relación de confianza".
En la misa estuvieron presentes varios ministro del Gobierno de Montenegro, como el de Exteriores, Palo Rangel, o la de Energía y Medioambiente, Maria da Graça Carvalho.
Tras el oficio, Rebelo de Sousa, Montenegro y Moedas caminaron hasta la Calçada de Gloria, donde se encuentran los restos del funicular accidentado, para depositar flores junto al cordón establecido por la policía y se retiraron.
Los fallecidos en el accidente son cinco portugueses y otras personas de hasta seis nacionalidades, como la alemana, la estadounidense o la surcoreana.
Entre los 23 heridos, hay portugueses y nacionales de hasta once países, como España. Los dos españoles fueron dados de alta anoche del hospital.
EFE | Noticias Venevisión