La peregrinación internacional del 13 de mayo al Santuario portugués de Fátima volverá a acoger fieles, después de realizarse con el recinto vacío hace un año debido a la pandemia de coronavirus, pero las celebraciones estarán limitadas a 7.500 personas.
El santuario informó hoy de que la peregrinación se realizará de acuerdo con las medidas de las autoridades sanitarias de Portugal, que tuvo que confinarse el 15 de enero y comenzó una reapertura gradual el 15 de marzo que culminó con la última fase del desconfinamiento el pasado sábado.
Las medidas garantizarán «la acogida de los peregrinos con total seguridad», señala el comunicado publicado por la entidad religiosa en su página web.
De esta forma, en todas las celebraciones los asistentes tendrán que llevar mascarilla y se asegurará la distancia social y el lavado frecuente de manos.
La entrada al recinto se efectuará a través de ocho puertas donde habrá gel hidroalcohólico y los espacios estarán delimitados por círculos en los que solo podrá haber peregrinos que pertenezcan al mismo núcleo familiar.
En el recinto habrá 80 acomodadores, entre funcionarios del Santuario y voluntarios, para acompañar a los peregrinos.
Para evitar un movimiento de los peregrinos que comprometa la distancia la Capilla de las Apariciones y el quemador de velas estarán cerrados y la comunión se distribuirá sin que los fieles tengan que acercarse, ya que será el sacerdote quien se desplace.
Para garantizar, a su vez, que nadie se quede sin ‘peregrinación’, aunque no sea al uso, el Santuario continuará retransmitiendo todas las celebraciones a través de sus canales digitales.
El Santuario de Fátima acogió, según su perfil oficial, 6,3 millones de visitantes en 2019, que participaron en más de 10.000 celebraciones oficiales.
El año pasado celebró por primera vez en su historia la peregrinación internacional de mayo, la más importante, sin la presencia de fieles debido a la pandemia.
EFE