El papa Francisco urgió a hacerse cargo ahora de quienes tienen «hambre de comida y de dignidad» y de los que no tienen trabajo y a que se construyan «auténticas cadenas de solidaridad», durante su homilía en la misa de la festividad del Corpus Christi.
Debido a la pandemia, Francisco celebró la misa del Corpus en la basílica de San Pedro ante unas 50 personas que guardaban la distancia de seguridad, no pudiendo acudir a la periferia de Roma, como había hecho en los dos años anteriores, y tampoco se produjo la habitual procesión.
En su homilía dedicada a los dones de la eucaristía, el Papa aseguró que ésta «quita en nosotros el hambre por las cosas y enciende el deseo de servir» y afirmó que «es urgente que ahora nos hagamos cargo de los que tienen… dignidad, de los que no tienen trabajo y luchan por salir adelante. Y hacerlo de manera concreta».
«Hace falta una cercanía verdadera, hacen falta auténticas cadenas de solidaridad», subrayó y también recordó que ir a misa «nos hace bien, nos sana dentro. Especialmente ahora, que realmente lo necesitamos».
Y agregó que la eucaristía «cura nuestra memoria huérfana» ya que «muchos tienen la memoria herida por la falta de afecto y las amargas decepciones recibidas de quien habría tenido que dar amor pero que, en cambio, dejó desolado el corazón».
«Nos gustaría volver atrás y cambiar el pasado, pero no se puede. Sin embargo, Dios puede curar estas heridas, infundiendo en nuestra memoria un amor más grande: el suyo», destacó.
La festividad del Corpus Christi fue instituida por el papa Urbano IV en 1264, debido al llamado «milagro de Bolsena».
EFE