El estado de California es azotado por una docena de incendios que se mantienen activos. La propagación de las llamas llevó a las autoridades a evacuar a miles de personas.
El pasado jueves 07 de agosto, un fuerte incendio forestal se propagó rápidamente en el sur del estado de California, arrasó la zona montañosa de Hasley Canyon, al norte de Los Ángeles y obligó a evacuar a múltiples habitantes. «El calor extremo y la baja humedad en el norte del condado han creado condiciones peligrosas en las que las llamas pueden propagarse a una velocidad alarmante», indicó la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger. «Si los equipos de emergencia les dicen que se vayan, háganlo sin dudarlo», pidió a la población.
Alrededor de 4.200 residentes y 1.400 instalaciones están bajo orden de evacuación, mientras que otras 12.500 personas se encuentran bajo advertencia de evacuación, señaló el Departamento de Bomberos del vecino condado de Ventura.
Asimismo, expresaron que las causas de las llamaradas se deben a el calor y la sequedad, el terreno escarpado y accidentado y el material combustible seco.
En paralelo, un enorme incendio forestal en el centro de California aumentó su magnitud en el bosque nacional Los Padres mientras amenaza a cientos de hogares. Las llamas se extendieron por 399 kilómetros cuadrados en los condados de Santa Bárbara y San Luis Obispo y causaron heridas a al menos cuatro personas.
Con información de EFE