Más de 100 personas han muerto ahogadas en el Mediterráneo central en las últimas 72 horas cuando intentaban llegar a las costas europeas, denunció este viernes 13 de noviembre Médicos sin Fronteras (MSF), que culpó de lo que ocurre a los miembros de la Unión Europea.
"La responsabilidad por estas muertes recae directamente en los Estados miembros de la UE, como resultado específico e inevitable de sus políticas criminales de no asistencia y bloqueo de los barcos de rescate de las ONG", afirmó en un comunicado la responsable de asuntos humanitarios de MSF, Hassiba Hadj Sahraoui.
A su juicio, resulta "en el mejor de los casos hipócrita" que los gobiernos europeos y la Comisión Europea "digan estar afligidos por esta terrible pérdida de vidas", porque "naufragios como estos son el resultado directo de su gestión de la migración".
A ese respecto, señaló que este año casi 700 personas han muerto cuando trataban de cruzar el Mediterráneo desde Libia y al menos 267 de esas muertes se han producido desde que el Sea Watch 4, uno de esos barcos humanitarios en los que MSF tiene un equipo médico, fue bloqueado el 19 de septiembre en el puerto de Paleremo por las autoridades italianas.
Por otro lado, explicó que en las últimas semanas se ha disparado el número de los que han sido interceptados por la Guardia Costera de Libia cuando intentaban salir del país por el mar, con casi 1.000 entre el 3 y el 9 de noviembre.
El responsable de programas de MSF para Libia, William Hennequin, destacó que "los líderes de los Estados que promueven y apoyan esas interceptaciones y devoluciones deberían ver el resultado de sus políticas por sí mismos".
Hennequin se refirió a las "condiciones inhumanas" en los centros de detención, que son "solo una pequeña parte del ciclo mortal de violencia en el que miles de personas vulnerables están atrapadas".
A modo de ejemplo, contó que la semana pasada un adolescente eritreo de 15 años fue asesinado a tiros después de que unos hombres armados irrumpieran en un refugio en Trípoli.
"Los asesinatos, los secuestros, la violencia extrema, incluida la tortura para extorsionar a los cautivos y a sus familiares siguen siendo amenazas cotidianas que seguirán obligando a estas personas vulnerables a cruzar el mar para escapar de este abuso en ausencia de otras formas más seguras de hacerlo", subrayó.
EFE