El primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte, condenó este lunes como “inadmisibles” y “violencia criminal” los disturbios de este fin de semana en varias ciudades neerlandesas contra el toque de queda por la pandemia, que llevaron a cientos de arrestos por saqueos y destrucción del espacio público.
Rutte, que enfatizó en declaraciones a la prensa que “el 99 por ciento de la sociedad se adhiere al toque de queda” que entró en vigor la noche del pasado sábado, subrayó que “cualquier persona normal solo puede ver con horror” lo ocurrido y se preguntó “qué se le podría estar pasando por la cabeza a estas personas”.
Según el jefe del gobierno en funciones, lo que ha pasado “no tiene nada que ver con la lucha por la libertad” y contra las restricciones del coronavirus, y defendió que “la policía ha actuado de una manera muy adecuada en todas partes” del país.
“Estamos luchando contra el virus para recuperar nuestra libertad. El toque de queda sigue siendo necesario. No estamos aplicando estas medidas por diversión. Es el virus el que nos quita la libertad”, enfatizó, advirtiendo de que las medidas actuales seguirán vigentes al menos hasta el 9 de febrero.
EFE