La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez, que cumple este jueves nueve días en huelga de hambre, sufrió una descompensación durante una audiencia virtual en la que pedía su libertad y que forzó la suspensión del acto judicial.
El bajón de salud de Áñez se produjo a pocos minutos de instalada la audiencia. Inicialmente fue asistida por su hija Carolina Ribera, así como por la abogada Norka Cuéllar que lograron ingresar al penal.
«La señora ha tenido que acercarse con ayuda. Si se para, se cae, realmente está mal», explicó Cuéllar al juez que finalmente optó por aplazar la audiencia al próximo lunes.
En la transmisión del acto jurídico se vio que la exmandataria interina tuvo una especie de desvanecimiento.
Esto hizo que algunos funcionarios de salud la atendiesen, mientras su hija la cubría con una cobija. Una valoración a cargo de un médico de confianza de la familia de Áñez que logró visitarla por la mañana estableció que «está delicada».
Sin embargo, su estado aún no es crítico y recomendó hidratarla por «vía venosa».
«La salud (está) completamente estable dentro de los parámetros de una persona normal de la característica de la señora Añez», expresó más temprano el ministro de gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo.
Información de El Nacional