Las regiones metropolitanas de la capital del estado brasileño Río Grande do Sul, Porto Alegre, y el sur del estado están inundadas. Más de 619.000 personas se han desplazado para salvar sus vidas.
Las calles de decenas de localidades de este estado brasileño fronterizo con Argentina y Uruguay se han convertido en ríos de lento caudal.
Dos semanas después del inicio de las lluvias torrenciales, el río Guaíba, que pasa por la capital Porto Alegre, está volviendo a crecer, tras haber superado su nivel más alto de todos los tiempos.
La medición de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA) informó que el nivel del Guaíba, en Porto Alegre, alcanzó los 4,78 metros este lunes. Las autoridades apuntan a que el río seguirá creciendo y podría alcanzar los 5,5 metros.
El gobernador del estado, Eduardo Leite, advirtió sobre nuevas inundaciones en por lo menos cuatro ciudades y aconsejó a los miles de desplazados no regresar ante el riesgo de deslizamientos y la crecida de los ríos.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decidió posponer su viaje a Chile debido a este desastre climático, que ya deja al menos 148 muertos y 127 desaparecidos. El Gobierno brasileño considera que, con las precipitaciones de las últimas horas, la situación de la población empeorará.
EFE.