La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el mayor sindicato de trabajadores públicos de Argentina, protagonizó una nueva jornada de protesta y huelga contra los despidos masivos en el sector público ejecutados por el gobierno del ultraliberal Javier Milei.
Las personas movilizadas por ATE se concentraron en el centro de Buenos Aires y su marcha culminó a las puertas de la sede del Ministerio de Economía, a pasos de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino. En el centro de la capital argentina se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad. Además, ATE convocó a sus afiliados a una huelga en todo el país.
El secretario general del sindicato, Rodolfo Aguiar, calificó de «contundente» la huelga en un mensaje publicado en su perfil de la red social X.
Aguiar también pidió al Ejecutivo de Milei que publique un listado identificando a los trabajadores que, según el Gobierno, no están «prestando los servicios» que les corresponden como parte del sector público.
«Si el Gobierno no publica un listado de los supuestos ‘ñoquis’ (término coloquial y despectivo con el que se conoce a este tipo de trabajadores), tiene que determinar la reinstalación y el inmediato pago de las remuneraciones a todos los despedidos, porque hasta aquí no ha podido acreditar en ningún caso la causal invocada de la ‘no prestación de servicios'», aseguró el secretario general de ATE.
Medidas de Milei
Tras finalizar marzo, el gobierno de Milei no renovó 15.000 contratos en el sector público, una cifra mucho menor que los 70.000 despidos con los que llegó a especular el presidente.
«Está quedando claro que el Gobierno nunca llevó adelante ni auditorías, ni relevamientos, y que tampoco verificó la asignación de funciones a cada agente (…) En este momento existe una grave afectación al estado de derecho en nuestro país», concluyó Aguiar en X.
La protesta es la segunda que protagoniza ATE esta semana, el 3 de abril, varios de sus afiliados se manifestaron frente a las sedes de diferentes organismos y llevaron a cabo la «toma» de edificios públicos.
Con información de EFE