El Gobierno de Alemania afirmó hoy que luchará contra el racismo y la xenofobia un día después de que un ciudadano alemán asesinara a nueve personas, todos de origen extranjero, a su propia madre y finalmente se suicidara en una ciudad cercana a Fráncfort.
Desde Berlín ha viajado a la ciudad donde ocurrieron los hechos, Hanau, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, quien participa esta tarde en un acto en recuerdo de las víctimas. Se han sumado a los ministros del Interior, Horst Seehofer, y de Justicia, Chistine Lambrecht.
El asesino, un alemán de 43 años llamado Tobias Rathjen, dejó un manifiesto con pensamientos claramente xenófobos y racistas. El arma la había comprado legalmente en internet.
Los hechos ocurrieron la pasada noche cuando Rathjen abrió fuego en un bar del centro de Hanau en el que se fuma el narguile. Ahí mató a cuatro personas, dos dentro del bar y otras dos fuera del establecimiento.
Posteriormente se dirigió en vehículo a Kesselstadt, un barrio de Hanau con importante población de origen extranjero, siguió disparando y mató a cinco personas más. Finalmente se dirigió a su casa, disparó a su madre, con la que vivía, y se suicidó.
EFE