España y Portugal desempolvan su historia de hace cinco siglos, cuando se lanzaron a dominar los mares del mundo, y cooperan en un proyecto de réplicas de barcos de aquella época, con los que se llegó a América, se dio la primera vuelta al mundo o se bordeó África.
Cuando se cumple su quinto centenario, Exploraterra resalta el valor de la primera circunnavegación (1519-1522), un viaje comenzado por el portugués Fernando de Magallanes y culminado por el marino español Juan Sebastian Elcano, ambos al servicio de Carlos I de España.
Cuenta con un presupuesto de 6,2 millones de euros, cofinanciados por el Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (POCTEP) de la Unión Europea.
De esta forma se han transformado algunas de esas embarcaciones en "productos culturales y turísticos", como explicó a Efe José Fernández de Cabo, presidente de la Fundación Nao Victoria, con la que Elcano consiguió regresar a España.
La Nao Victoria 500, construida para este proyecto, se encuentra en el muelle del río Guadalquivir de Sevilla (sur español), donde el personaje de Magallanes recibe cada día a cientos de turistas para contarles las hazañas de aquella época.
Y la carabela Boa Esparança permanece en la ciudad portuguesa de Lagos, donde los interesados también asisten a estas explicaciones.
Otros tres barcos españoles están de gira internacional, que comenzó en aguas francesas y pasarán también por las costas de España y Portugal.
En Sevilla se construirá el Centro de Interpretación de Exploraterra, que será un referente internacional para divulgar aquella era de los exploraciones.
Durante esta semana, los responsables de POCTEP y representantes de las regiones fronterizas de España y Portugal conocieron este proyecto y otros como el Centro Magallanes para el Emprendimiento de Industrias Culturales y Creativas o el Centro de Innovación Universitario.
El proyecto Magallanes, también cofinanciado por POCTEP, tendrá una inversión de 27,33 millones de euros. Esto permitirá, por ejemplo, la rehabilitación de la antigua Real Fábrica de Artillería de Sevilla, que será convertida en un gran centro cultural, cuyas obras finalizarán en este 2022.
Además, el proyecto CIU (21 millones de euros) está destinado a estrechar lazos entre universidades y empresas.
La universidad de Sevilla y las portuguesas de Évora y Algarve tendrán sus respectivos centros de innovación.
EFE