El Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) confirmó este miércoles que ha ordenado a China cerrar su consulado en Houston (Texas), una decisión que ha sido duramente criticada por el Gobierno de Pekín, que ha amenazado con tomar represalias si no rectifica.
La orden dictada por Washington se produce en medio de las tensiones políticas que enfrentan a las dos mayores economías del mundo desde hace meses.
Según la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, el cierre del Consulado General de China en Houston se produjo para proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de sus ciudadanos, informan medios locales.
La Convención de Viena establece que los diplomáticos deben «respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor» y «tener el deber de no interferir en los asuntos internos de ese Estado», continuó Ortagus, citada por la cadena CNBC.
Agregó que Washington «no toleraría las violaciones de la República Popular de China a la soberanía estadounidense y la intimidación de nuestro pueblo», del mismo modo «que no hemos tolerado las prácticas comerciales injustas de este país, el robo de empleos estadounidenses y otros comportamientos atroces», cita la cadena.
China había denunciado horas antes que Estados Unidos le había exigido el cierre inmediato de su consulado general en Houston, una medida que calificó de provocación «sin precedentes».
EFE