La intensidad de la violencia bajó este viernes en la tercera jornada de protestas contra la brutalidad policial en Colombia pese a que hubo conatos de disturbios en Bogotá y otras ciudades donde los manifestantes denunciaron otra vez abusos por parte de los uniformados.
Durante la jornada, el director encargado de la Policía colombiana, general Gustavo Moreno, pidió perdón por las agresiones que llevaron a la muerte de Javier Ordóñez, el hombre de 46 años que fue brutalmente reducido por dos agentes durante su arresto en la madrugada del miércoles en Bogotá.
El centro de las manifestaciones fue Bogotá donde la turba se enfrentó al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía en lugares como el Portal Norte, el Centro y Villa Luz, donde trabajaban los dos uniformados involucrados en la muerte de Ordóñez, que encendió las protestas callejeras.
Precisamente en Villa Luz, los manifestantes prendieron fuego por tercer día consecutivo al Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía mientras se enfrentaban con los uniformados que con gases lacrimógenos trataron de dispersar la protesta.
Por su parte, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, convocó para el domingo un acto de reconciliación y perdón para «reconstruir la confianza entre todos, respetando los derechos y los deberes de los ciudadanos y las instituciones, para que retomemos el propósito de vivir en una ciudad en paz».
EFE