El ejército ruso sigue concentrando su ofensiva, un día más, en los focos de resistencia que aún quedan en la ciudad de Lisichansk, último enclave que le permitiría controlar la región de Lugansk, en el este del país.
Así consta en el último informe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania sobre la invasión rusa publicado en su página de Facebook.
Según la fuente, "las tropas rusas llevan a cabo una ofensiva cerca de Verkhniokamyanka y operaciones de asalto en el área de la refinería de petróleo Lisichansk, donde la batalla continúa".
El Gobierno de Moscú asegura, sin embargo, que su ejército controla las instalaciones petrolíferas, algo que no puede ser verificado por una fuente independiente.
"En dirección a (la vecina región de) Donetsk, el enemigo, con el apoyo de la artillería, está tratando de bloquear la ciudad de Lisichansk y tomar el control de una sección de la carretera que une Lisichansk con la cercana Bakhmut", señala el parte castrense.
"Los invasores dispararon contra la infraestructura civil en las áreas de Lisichansk, Verkhniokamyanka y Siversk, y lanzaron un ataque aéreo cerca de Vovchoyarivka", dice el informe.
Según estos datos, las regiones de Lugansk y Donetsk, que forman el Donbás, fronterizo con Rusa, siguen centrando los ataques de las tropas rusas en su intento de unir este territorio con el sur ucraniano que ya controlan.
Otra de las zonas afectadas por los bombardeos es la región de Jarkóv, en el noreste y cuya capital es la segunda ciudad del país.
Allí, "el enemigo continúa defendiendo las posiciones previamente ocupadas. Los invasores abrieron fuego con tanques, morteros, artillería y cohetes en los distritos de la ciudad de Járkov, y las localidades de Pytomnyk, Ukrainka, Peremoha, Dementiyivka, Prudianka, Korobochkyne y Rubizhne".
EFE