El Consejo de Estado (Ejecutivo) chino aprobó hoy que salas de cine, gimnasios, bibliotecas, museos y galerías de arte, entre otros espacios cerrados, admitan visitantes bajo reserva ante el aparente control en el país del COVID-19.
Según un despacho de la agencia de noticias estatal Xinhua, estos lugares, clausurados hasta ahora en muchas de las provincias del país para evitar aglomeraciones, deberán establecer un límite en el número de visitantes y operar bajo medidas especiales de prevención.
Asimismo, el mecanismo de prevención y control del Ejecutivo rebaja su grado de respuesta a la epidemia de «emergencia» a «tarea regular», y pide a mercados interiores, centros comerciales, hoteles y restaurantes que reabran por completo.
Actualmente, el foco de la pandemia en China parece estar en la fronteriza provincia nororiental de Heilongjiang, donde en las últimas semanas se ha producido un repunte de los casos debido al influjo de ciudadanos chinos que regresan desde Rusia, aunque las autoridades siguen considerando que el riesgo en la zona es bajo.
Según el último parte oficial de la Comisión Nacional de Sanidad, solo quedan 208 casos activos de COVID-19 en el país, de los cuales 15 se encuentran en estado grave. En las últimas 24 horas se dio de alta a 53 pacientes que superaron la enfermedad.
Según la comisión, China suma 13 nuevos casos en los primeros ocho días de este mes, y el último día que el país asiático registró doble dígito en el casillero de nuevas infecciones fue el 30 de abril, con 12 casos.
Hasta el momento se han registrado oficialmente en China 82.887 infectados, de los que 4.633 fallecieron y otros de los que 78 superaron con éxito la enfermedad y fueron dados de alta.
Además, China ha realizado seguimiento médico a 736.372 contactos cercanos con infectados, de los cuales 5.859 continúan en observación, y de ellos, 8 serían casos sospechosos de haberse contagiado del virus.
EFE