La Constitución de Chile aprobada bajo el régimen de Pinochet en 1980 podría sufrir un cambio histórico en el plebiscito previsto para el próximo 25 de octubre.
Los chilenos han sido llamados a las urnas no para elegir un nuevo presidente, sino para decidir si continúa vigente o no la Constitución aprobada por Pinochet como la Carta Magna por la que se rige el país liderado por Sebastián Piñera.
Este referéndum constitucional al que se enfrenta Chile es una decisión sin precedentes ya que es la primera vez que se le pregunta al pueblo chileno por su opinión sobre si quiere o no una nueva Constitución.
Para que no exista ningún contratiempo, el Gobierno de Chile ha anunciado que implantarán extremas medidas de seguridad para evitar que surja algún brote de Covid-19.
Asimismo, se ha confirmado que todas las personas que den positivo por coronavirus no podrán participar en la votación.
Por otro lado, los votantes deberán hacer uso obligatorio de la mascarilla así como deberán llevar sus propios bolígrafos para dejar su voto en las urnas.
También se pondrán en marcha horarios para hacer efectivos sus votos y se marcará un aforo máximo para evitar aglomeraciones en los enclaves habilitados para votar.
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