Un equipo internacional de astrónomos de Dublín, Barcelona, Aarhus, Nueva York y Garching que estudia supernovas ha captado gracias al telescopio Hubble un 'eco de luz' tras la explosión de una estrella, un fenómeno cósmico poco habitual.
La investigación de este fenómeno ha contado con la participación del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y se basa en las observaciones del telescopio espacial Hubble (HST).
El científico Lluís Galbany, del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), ha explicado que la explosión de una estrella, una supernova, envía un intenso estallido de luz en todas direcciones, pero en pocas ocasiones, anillos o 'ecos de luz' se extienden desde la posición original de la supernova, en los meses y años siguientes.
Los astrónomos, que han publicado su investigación en la revista 'Astrophysical Journal Letters', han fusionado las imágenes del Hubble en un breve vídeo GIF mostrando primero la explosión de la supernova en el centro, seguida de varios anillos de luz que aparecen cuando la luz de la explosión afecta a varias capas de polvo cercanas.
El conjunto de datos es considerable y ha permitido producir imágenes y animaciones en color que muestran la evolución de los 'ecos de luz' durante un período de cinco años, un fenómeno raramente visto que anteriormente solo se ha documentado en pocas supernovas, han resaltado los astrónomos.
Los investigadores han resaltado que aunque el Telescopio Espacial James Webb ha llamado mucho la atención, su predecesor, el Hubble, continúa ofreciendo imágenes "increíbles" del universo tras estar observando el cielo durante más de tres décadas.
Según Galbany, "la onda expansiva de esta fuerte explosión de supernova se propaga a más de 10.000 kilómetros por segundo. Antes de esta onda expansiva se da un intenso destello de luz emitido por la supernova, y esto es lo que está provocando los anillos en expansión que hemos podido ver".
"Las supernovas son de interés ya que estas explosiones cósmicas producen muchos de los elementos pesados, como el carbono, el oxígeno y el hierro, que forman nuestra galaxia, las estrellas y nuestro planeta", ha dicho el astrónomo.
La supernova en cuestión, denominada SN 2016adj, fue vista por primera vez en 2016 y pertenece a la conocida galaxia Centaurus A, situada a entre 10 y 16 millones de años luz de la Tierra.
Durante cinco años y medio, el equipo ha observado el área alrededor de la supernova después de que se desvaneciera lentamente.
Según los astrónomos, Centaurus A está llena de líneas de polvo y cuando la luz de la supernova se propaga lateralmente golpea estas áreas polvorientas que, con el tiempo, se iluminan cada vez más lejos de la posición original de la supernova, creando una serie de anillos de emisión en expansión llamados 'ecos de luz'.
Las variaciones en estos anillos durante los años de observación permiten al equipo rastrear la distribución de las líneas de polvo en la galaxia cercana a la explosión y los datos sugieren que consisten en columnas de polvo con grandes agujeros en el medio, creando una imagen similar a un pedazo de queso suizo.
EFE