Decenas de ambientalistas protestaron este martes frente al Congreso de El Salvador, de amplia mayoría oficialista, para exigir a los diputados que mantengan la prohibición de la minería metálica y que se prevé sea derogada a petición del presidente del país, Nayib Bukele.
Ataviados con camisas con mensajes a favor del medioambiente y portando pancartas y carteles contra la minería de metales, los miembros de diferentes organizaciones ambientalistas se concentraron en la entrada principal de este órgano de Estado ante la presencia de policías antidisturbios.
«Queremos recordarle al presidente Bukele que la aprobación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica es un acuerdo nacional, es una lucha de toda la gente», dijo en la concentración Carlos Flores, del Foro del Agua.
Afirmó que este «acuerdo nacional se construyó sobre la base de que estamos conscientes y estamos convencidos, y hay suficiente información técnica que lo respalda, que no hay una sola empresa minera, no hay una sola práctica de minería metálica a nivel global que no destruya el territorio, que no contamine y que no agote el agua».
«No hay una sola experiencia minera que haya enriquecido a la población que la ha desarrollado y, por el contrario, siempre ha sido sinónimo de miseria y de muerte para la población y de miseria para el Estado la práctica», subrayó.
Entre consignas como «Sí a la vida, no a la minería», «el oro no se toma, el agua sí» y «Dios no quiere que muramos por cianuro en nuestra gua», se permitió la entrada de una delegación para entregar una carta a la Junta Directiva del Congreso.
En el documento, los ambientalistas pidieron «archivar cualquier petición tendiente a revertir o modificar la Ley de prohibición de la Minería Metálica».
De acuerdo con los ambientalistas, la minería en El Salvador no es viable por la degradación medioambiental que padece y que se agravaría con la extracción de metales. Además, advierten que compromete el principal afluente del país y que da agua a millones de familias, el río Lempa.
EFE