La periodista Margarita Oropeza presentó este domingo un programa especial de "Abriendo Puertas" con dos de las cantantes venezolanas más reconocidas de la historia musical contemporánea del país: Floria Márquez y Rummy Olivo.
FLORIA MÁRQUEZ
La actriz y cantante venezolana habló sobre su inicio en la música después de quedar viuda: "fui a un restaurante, (al) que me llevaron un grupo de amigas porque yo estaba muy triste (...), y los viernes había una hora de aficionados a las cinco de la tarde (...). Mis amigas me piden que cante y yo canto (…) y cuando regresé a mi mesa los dueños del restaurante me dijeron '¿por qué tú no te quedas aquí contratada cantando?' Y a mí me pareció maravilloso". La show-woman de Venezuela, tal y como ella misma lo afirma, tiene un récord por haber cantado en 48 oportunidades con sinfónicas del país.
En relación a sus producciones discográficas, Márquez comentó: "no he tenido sino uno solo (disco), porque todo lo demás ha sido producción de nosotros, de Pedro López –mi marido- y mío, porque yo a las disqueras no les interesé. Entonces me hice un disco (...) en una noche, en un show (...), se grabó el disco que se llama 'Una noche con Floria Márquez'". La cantante aprovechó para mencionar quién ha sido la escritora de algunos de sus grandes éxitos: "a mí me entregó muchas canciones la compositora Concha Valdés Miranda, que es reconocida aquí en Venezuela".
La artista mencionó a las grandes figuras de la música con las que ha trabajado y resaltó a aquel con el que se sintió identificada: "Cheo Feliciano. Me encantó. Porque era el gozón y que de verdad tenía unas canciones sensacionales. Y por supuesto con Armando Manzanero, porque las canciones de Armando Manzanero hicieron una época".
La intérprete ofreció un consejo para los jóvenes artistas que crecen rápidamente en la industria al recomendarles: "que sean sumamente disciplinados, que trabajen mucho su voz" y les recordó que "las canciones tienen que tener un sentido determinado, que la persona sienta que tú la mueves; le mueves el corazón, lo llenas de todo el espíritu que puedes entregarle".
Márquez, que también ha incursionado en el mundo actoral, se refirió a sus próximos proyectos y su experiencia dramática: "precisamente pronto me invitaron a estar en una presentación de teatro en donde yo voy a servir como de hada madrina". Finalmente, y en relación a cómo ve la música que se hace actualmente en el país, dijo: "hay cosas venezolanas que se están haciendo muy buenas, sobre todo en este momento"; y sobre quién es su artista venezolano favorito, dijo: "Reinaldo Armas (...) me quito el sombrero ante ti. Me encanta Rummy Olivo".
RUMMY OLIVO
La intérprete de música venezolana conocida como "La Flor de Zaraza" habló sobre sus comienzos en el mundo artístico: "de Zaraza me trajeron mis padres a La Victoria porque ellos se habían venido un año antes y me quedé estudiando, terminando el cuarto grado. Cuando terminé me trajeron en esas vacaciones. Tenía 11 años de edad. Allí comencé (...) con un grupo de aguinaldos de la zona donde vivía; con el conjunto 'Los parranderos del 23 de enero'".
Olivo recordó que su padre era "muy asiduo a un programa de radio llamado Cantares de Venezuela, en La Victoria, que lo dirigía el poeta Tomás Torres Molina. Un programa en vivo con todos artistas invitados y músicos (…). Él me llevaba a pasear, a comerme un helado a la Plaza Rivas de La Victoria. Allí mismo estaba el edificio de la radio. Subíamos a ver los artistas y me hice tan asidua que un día mi padrino, Tomás Torres Molina, me dijo: '¿Por qué tú no cantas?', y entonces yo le dije: 'ah, bueno' y canté un tema de Reinaldo Armas".
La artista comentó cómo ha logrado mantenerse vigente: "He trabajado con disciplina, con respeto a lo que hago, y a pesar de todas las circunstancias, de todas las adversidades, yo siento que nos hemos mantenido porque seguimos cantando, seguimos bailando y a la gente le gusta cuando salimos al escenario". Habló también de su tema más reciente, 'Dale joropia’o': "invité a un gran cantante de la música venezolana, como lo es Francisco Pacheco, porque es un tema netamente cultural que habla de una fusión de dos joropos: el joropo central y el joropo llanero".
Acerca de su incursión en otros géneros, Olivo indicó: "durante este tiempo cantando yo hice como que un break en los años 80 (...). Participé con una orquesta de música bailable llamada 'La Propia', de Valencia, y aquí en Caracas estuve haciéndole una suplencia (…) con mi compadre que tenía una orquesta (...). Era música bailable, música romántica en merengue. Grabé un disco con él llamado 'Mini mezclas tropicalísima'".
Además, se refirió a los grandes artistas nacionales con quienes trabajó durante su crecimiento profesional y las enseñanzas que le brindaron: "¿qué no pude haber aprendido? Allí con Reynaldo (Armas) conocí a Simón Díaz. Simón Díaz tenía un programa llamado 'Al mediodía Simón Díaz', y yo era asidua invitada a ese programa. Cada 15 días venía al programa. Fue cuando yo le dije: 'tío, regálame una canción. Hágame una canción como Caballo viejo' (...). Empezó a cantar 'La flor de Zaraza'". Olivo también recordó su nominación al Latin Grammy en el año 2014: "para mí eso fue muy importante, fue muy significativo, y aunque no ganó el video, estar nominado allí para mí eso fue de suma importancia. Así como el haber participado en el año 2002, representando a Venezuela, en el renglón de folclore latinoamericano en Viña del Mar".
Con décadas de carrera, la intérprete hizo énfasis en la música tradicional que se realiza en la actualidad: "me contento que haya muchos jóvenes proyectándose con la música venezolana porque quiere decir que nuestro trabajo ha dejado un legado. Me gusta que estén saliendo nuevas figuras, que se estén proyectando, porque eso le da frescura y atrae un público joven (...). Yo me siento muy contenta y feliz con una muchachita que salió de repente, que se llama Emily Galaviz, de ese grupo de jóvenes que se están destacando".
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