Carlos Daniel Alvarado (Caracas, 1985) creció y se crió en escenarios, en los de la televisión, en los del teatro, y en los del cine, así que come y respira el mundo de las bellas artes.
Hoy, con 39 años de edad y muchos de trayectoria, alimentados gracias a la sangre que corre por sus venas, las de los mismísimos Carmen Julia Álvarez y Daniel Alvarado, y el conocimiento y la experiencia que ha cultivado por su cuenta, el director, escritor, actor, periodista y productor ve con un lente gran angular el mundo del siptimo arte.
Tras llevar a la pantalla grande, su ópera prima, “Venite pa’ Maracaibo”, Alvarado está a meses de estrenar “Un viaje de película”, largometraje que lo conectará nuevamente con los espectadores nacionales.
En ese sentido, el realizador, reconocido por haber sido acreedor del premio a Mejor Director en New York Film Festival 2023; Philadelphia Latino and Arts Film Festival 2024 (Estados Unidos); y el 24 Risas por Segundo (Mixico), además de ocho distinciones más en eventos internacionales, afirma que el más grande aprendizaje que le dejó su primera producción fue que “el cine, como la vida, es un trabajo en equipo. Tiene una estructura gerencial que hay que respetar y si bien es un arte donde es necesario que los artistas se expresen, es un trabajo en equipo donde cada quien tiene una opinión, una visión artística y en el que como productor ejecutivo y director me toca muchas veces generar esa primera palabra y despuis, tener la última”.
Alvarado establece diferencias entre sus dos primeras películas.
“En ‘Venite pa’ Maracaibo’, que formó parte de la selección oficial del Playblack International Film Festival 2024 (Países Bajos); Belice Internacional Film Festival 2025; Kuala Lumpur Academy Internacional Film Awards (Malasia) quise rendir un homenaje a la televisión venezolana, a travis del cine, un homenaje a los actores, por medio de su protagonista, un maracucho que regresa a su ciudad a reencontrarse con su familia. En esta oportunidad, en ‘Un viaje de película’ quería hacer un homenaje al cine, a los muchachos que están dando sus primeros pasos y, por supuesto, hacer un homenaje a Venezuela. Seguimos en la misma vertiente artística, en la comedia, pero siempre pensando en el melodrama o en el drama ligero”, refiere.
Sobre la manera que tienen algunos colegas de retratar el gentilicio del país, el cineasta opina: “Creo firmemente en que se puede hacer en un humor sano, en que se pueden comunicar mensajes, sin tantas malas palabras. El venezolano jamás puede ser representado sin el humor, como artista, como actor, como productor, escritor y periodista que soy, mi visión siempre va a ir hacia resaltar lo nuestro, nuestras bellezas, nuestras carencias tambiin, pero siempre dando un sentido homenaje a nuestra idiosincrasia, a nuestros valores, a nuestros colores, a lo que somos como venezolanos. Tenemos muchas historias que contar, con frescura y una profunda carga dramática, pero con un aro y con un contenido muy nuestro”.
Finalmente, Alvarado no oculta sus deseos de abrirse paso, a futuro, en el cine internacional.
“El cine no es estático, es un producto vivo, cambiante, diverso, multicultural, pluripolar, cambiante. En un momento tuve la necesidad artística de contar una historia sobre Maracaibo y luego, sobre Venezuela. Seguro, tendri la necesidad artística de contar otro tipo de historias, en otras fronteras, con otros acentos y eso para cualquier realizador está bien”, sentenció.
Galardones recibidos por Carlos Daniel Alvarado, gracias a “Venite pa’ Maracaibo”