La Comisión Europea recordó que en los 15 meses comprendidos entre julio de 2022 y septiembre de 2023, el Banco Central Europeo (BCE) subió las tasas de interés en un acumulado de 450 puntos básicos.
De esta manera, la Comisión Europea recortó su previsión del crecimiento económico de la eurozona en 2024, a 0,8%, luego de un frágil inicio de año, y proyectó una desaceleración más pronunciada de lo esperado en la inflación.
En sus proyecciones del otoño boreal la Comisión había indicado un crecimiento de 1,2% en la eurozona en 2024, pero el débil desempeño del bloque a fines de 2023 e inicios de 2024 promovió un importante recorte de 0,4 punto porcentual.
De acuerdo con el extenso documento de la Comisión, el «amplio estancamiento de la economía de la UE a lo largo de 2023 se transformó en un impulso débil en el inicio del nuevo año».
La Comisión recordó que «la economía de la UE escapó por poco de una recesión técnica en la segunda mitad de 2023, y al final del año el PIB real estaba en términos generales al mismo nivel como en el tercer trimestre de 2022″.
Sin embargo, la Comisión señaló que esa tendencia estará acompañada por una contracción «más rápida de lo esperado» en la inflación.
En su anterior informe, la Comisión había proyectado para este año una inflación del 3,2%, pero ahora recortó esa previsión a 2,7% en 2024, para finalmente alcanzar 2,2% a fines de 2025.
De acuerdo con la Comisión, una «retracción en los precios de materias primas energéticas y un frágil impulso económico hizo una trayectoria descendente más pronunciada de lo previsto» en su anterior informe.
Los peritos de la Comisión señalaron que el fin de las medidas de a apoyo al sector energético y las perturbaciones comerciales en el mar Rojo «ejercerán cierta influencia al alza» en los precios.
No obstante, apunta el informe, esa tendencia no será suficientemente fuerte para «descarrilar el proceso de inflación decreciente».
Banca y Negocios