El primer ministro británico, Boris Johnson, defendió este miércoles la gestión de su gobierno para «hacer avanzar el país» en medio de la pandemia y remarcó la necesidad de que los ciudadanos vuelvan al trabajo tras meses de parálisis por el covid-19.
El líder tory fue hoy blanco de duros reproches por parte de la oposición, sobre todo del líder laborista, Keir Starmer, implacable en sus acusaciones al Ejecutivo, al que tildó de «incompetente» en su respuesta ante la crisis y al que exigió «responsabilidad» a la hora de mantener decisiones políticas.
En la primera sesión de preguntas al primer ministro tras el receso estival, fueron varios los diputados que también echaron en cara a Johnson los «giros radicales» que parece haber dado en algunas de sus decisiones de los últimos meses en cuestiones delicadas sobre educación o en el manejo de la pandemia.
Uno de esos asuntos fue la manera en que el ministerio de Educación decidió evaluar en un principio, mediante un algoritmo que resultó defectuoso, a alumnos de los últimos años de secundaria, cuando la pandemia obligó a cancelar los exámenes estatales.
EFE