Salir de las listas de países con deficiencias en la lucha contra el blanqueo y bajar el desempleo están entre los retos que enfrentará la economía de Panamá en 2022, cuando se espera que crezca entre un 5% y un 7%.
Panamá, un país de 4,28 millones de habitantes, tiene una economía basada en los servicios. En 2020, la pandemia derrumbó el producto interno bruto (PIB) en un 17,9 %, sepultó la demanda interna y catapultó el desempleo hasta 18,5%.
Este 2021 se espera que el PIB se expanda entre un 8% y un 12%, con respecto a 2020, gracias al buen desempeño del Canal de Panamá y de una gran mina de cobre, actividades estas vinculadas al sector externo.
Pero la economía interna va a otro ritmo, muchos más lento. Miles de comercio y empresas pequeñas y medianas siguen cerradas, la tasa de desempleo se situó en 11,3% a octubre pasado y la informalidad en el 47,6%.
El impacto de la pandemia en las finanzas públicas, con la baja de la recaudación, llevó al Estado a acudir a los mercados, lo que disparó la relación deuda/PIB hasta el 70% actual desde el 46 % en que se situaban antes de la emergencia sanitaria.
Con información de EFE.