Francia tuvo un déficit comercial de 58.900 millones de euros en 2019, lo que supuso una rebaja del 6,2 % respecto al año anterior, gracias a un incremento de las exportaciones más fuerte que el de las importaciones. Se trata de la primera mejora de la balanza comercial francesa desde 2015, destacó este viernes en un comunicado el Ministerio de Exteriores.
La aduana, que publicó los datos detallados de diciembre y del conjunto del pasado ejercicio, explicó en otro comunicado que las exportaciones aumentaron un 3,3 % hasta 508.000 millones de euros, mientras las importaciones lo hicieron un 2,2 % hasta 566.900 millones.
La evolución a la baja del agujero de la balanza comercial pudo constatarse muy claramente en el último trimestre de 2019, con 14.300 millones de euros, tras los 15.700 millones entre julio y septiembre.
De hecho, entre octubre y diciembre las compras francesas en el exterior se recortaron un 0,6 %, una tendencia que ya se había constatado en el segundo trimestre (-0,1 %) y en el tercero (-0,4 %).
Para el conjunto del año, la principal razón de la ralentización de las exportaciones fue la disminución de la factura energética en 800 millones de euros en relación directa con la caída del precio del petróleo. No obstante, las compras energéticas siguieron representando en torno al 60 % del déficit total.
Si se excluye ese sector, las importaciones de Francia siguieron progresando en 2019 al mismo ritmo que el ejercicio precedente (3,2 %), con alzas importantes en equipos aeronáuticos (+10,2 %, a 33.200 millones), en máquinas industriales y agrícolas (+4,7 %, a 47.600 millones) y en automóviles (+4,8 %, a 47.300 millones).
El departamento de Exteriores puso el acento en que la subida de sus exportaciones fue superior a las de Alemania, Reino Unido, Italia, Holanda y España, lo que a su juicio prueba su resistencia frente a "un entorno internacional desfavorable" marcado por las tensiones comerciales y el repunte del proteccionismo.
Información de EFE