El sector de los cruceros se está reactivando gradualmente, aunque de manera aún muy limitada, ya que la expansión de la segunda ola del covid-19 y las restricciones de viajes en muchos países obligan a las navieras que han vuelto a operar en Europa a continuas revisiones de sus programaciones.
Además, tienen que cumplir unos protocolos sanitarios muy exigentes que, entre otras medidas, limitan su capacidad de pasajeros a bordo, por ejemplo, a un máximo del 60 %, en el caso de Canarias, cuyo Gobierno autonómico ha autorizado recientemente a algunas compañías a operar en el archipiélago.
EFE