El Banco Mundial (BM) cifró este lunes en hasta 4.600 millones de dólares los daños ocasionados por la explosión en el puerto de Beirut el pasado 4 de agosto y tildó de “esenciales” la ayuda internacional y la inversión privada para el el Líbano, que sufre una de las peores crisis.
Según un informe emitido por el organismo los tres principales efectos económicos de la deflagración, que dejó 190 muertos y 300.000 personas sin hogar, son: «pérdidas en la actividad económica causadas por la destrucción del capital físico, interrupciones comerciales y pérdidas de ingresos fiscales para el Gobierno».
Las necesidades de reconstrucción y recuperación del sector público para este año y el próximo se calcula que están entre 1.800 millones de dólares y 2.200.
Este cálculo se realizó en la llamada Evaluación Rápida de Daños y Necesidades (RDNA, en inglés) en colaboración con la ONU, la Unión Europea, el Gobierno del Líbano y su sociedad civil, entre otros.
El Banco Mundial llamó a la reconstrucción del Líbano «basada en los principios de transparencia, inclusión y rendición de cuentas para satisfacer las demandas y aspiraciones de los libaneses».
EFE