En las proyecciones actualizadas del último informe del Banco Mundial (BM), se prevé que la economía de China crecerá un 1,6 % este año pero se expandirá un 7,9 % el año que viene.
Si bien el pronóstico para 2020 supondría la menor expansión desde 1976, crecer un 7,9 % en 2021 sería hacerlo al mayor ritmo desde 2012, aunque cabe recordar que la tasa de avance del PIB se mide en términos interanuales y que en 2011 había sido del 9,6 %.
Estas previsiones no difieren en demasía de las últimas actualizadas en junio para China del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pronostican un avance menor para 2020 (del 1 %), pero mayor para el año siguiente (8,2 %).
El BM considera que las condiciones económicas han «cambiado de forma dramática» desde que comenzó la pandemia, ya que tanto el impacto de la COVID-19 como las medidas para contenerlo «han desatado una sacudida combinada en la demanda y en el suministro».
«Mientras que las restricciones al suministro han amainado, una demanda débil tanto a nivel doméstico como externo sigue lastrando el ritmo de la recuperación, pese a las medidas tomadas para contener la debacle económica», apunta el organismo.
El BM advierte de que, al margen de un rebote en la actividad económica, se ralentizarán el crecimiento de los ingresos de los hogares y el ritmo de eliminación de la pobreza, con entre 8 y 20 millones de personas menos rebasando ese umbral que lo previsto antes de la pandemia.
EFE