El famoso grito «play ball» se acerca en las Grandes Ligas y con el inicio de la pretemporada, varios focos están sobre unas de los referentes de deporte y del beisbol venezolano como lo es Miguel Cabrea, quien ya se reportó al complejo de los Tigres en Lakeland, Florida, de buen ánimo y con grandes expectativas sobre lo que puede hacer Detroit en 2021.
Pero está tan cerca de marcas históricas, que significan un boleto a Cooperstown, que el tema lo ocupará durante toda la campaña y el slugger venezolano está consciente de ello.
“Ahora, a esta altura de mi carrera, 3.000 (hits) y 500 jonrones. Nunca (pensé) en eso”, le dijo el recio bateador derecho a Jason Beck, para una nota publicada en MLB.com. “Al fondo de tus pensamientos esperas poder lograrlo algún día. Pero ahora, estar en posición de hacerlo es increíble. Estoy orgulloso de lo que he hecho en mi carrera, pero no quiero parar ahora; quiero continuar sumando números, divirtiéndome y tratando de ganar juegos. Si podemos ganar muchos juegos, creo que los números estarán ahí, al final del año… Es una de mis metas de este año”.
Mientras suma batazos (le separan 13 cuadrangulares de los 500 y 134 imparables de los 3.000), volverá a jugar en la inicial por primera vez desde 2019, al menos un par de veces por semana, de acuerdo con declaraciones del manager A. J. Hich, ayudará a la joven plantilla de los bengalíes, que sigue en reconstrucción.
“Amo el beisbol y me encanta pasarla bien en el terreno”, destacó Cabrera en la entrevista telefónica que le concedió a Beck. “Me fascina estar allá afuera. Puedo enseñarles a estos muchachos a divertirse, pero al mismo tiempo a trabajar duro. Mientras más relajados puedan estar en el terreno, pienso que mejor pueden pensar y reaccionar con las jugadas. Trato de disfrutar esto y pasarla bien. Intento hacer lo que amo: Jugar beisbol”.
Cabrera cumplirá 38 años de edad el próximo 18 de abril, en medio de su decimonovena zafra en las Mayores y su eterno optimismo está acompañado de buen estado físico. El fornido jugador volvió a esforzarse durante el receso de temporada para sobrellevar sus problemas crónicos en la rodilla derecha y estar al 100%.
“Me siento más como cuando estaba en salud”, agregó. “Siento que puedo mover mis piernas, mi cadera y mi cuerpo cuando estoy bateando. No estoy intentando hacer demasiado. Puedo hacer mi swing de manera más natural. Creo que eso me ayudará este año a producir más, batear para más poder e intentar volver a aumentar mis promedios”.
Prensa LVBP