Centenares de carros cargados con maletas y cajas formaron un gran atasco hoy en la entrada oeste de Kiev, en un momento en el que los kievitas que huyeron de la capital ucraniana por la guerra están regresando, a pesar de que las autoridades han advertido que no lo hagan.
La carretera oeste de la capital, que conecta con la ciudad occidental de Leópolis, presenció largas colas de carros durante todo el día, que fueron agravadas por un aumento de los puntos de control militares.
Hoy, el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, pidió a los residentes de la ciudad que huyeron de la guerra que no regresen aún, ya que la capital ucraniana se encuentra en estado de alerta y no es del todo segura.
«¡Amigos! Hoy es demasiado pronto para regresar a casa en masa a Kiev», advirtió el alcalde kievita pocas horas después de que Rusia amenazara con bombardear los centros de mando en la capital de Ucrania si el Ejército ucraniano ataca o efectúa nuevas acciones de sabotaje en territorio ruso.
Pero pese a las advertencias del alcalde, muchos habitantes que salieron de Kiev hace ya un mes se muestran escépticos y aseguran que regresar “no es tan peligroso como dicen”.
Según el alcalde, hay amenaza de lanzamiento de cohetes y de minas plantadas en los alrededores de la capital y ciudades adyacentes, “donde, lamentablemente, ya hay casos de muertos a consecuencia de explosiones en los territorios minados por los ocupantes”.
Más de la mitad de los residentes de Kiev huyeron de la capital durante la ocupación rusa, según datos oficiales, y a día de hoy las principales calles siguen desiertas y la mayoría de los comercios cerrados.
EFE.