El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció hoy que la «provocación» sobre la matanza supuestamente cometida por tropas rusas en la localidad ucraniana de Bucha busca torpedear las negociaciones con Ucrania.
«Surge la pregunta: ¿Cuál es el motivo de esta burda y falsa provocación, cuya veracidad es imposible de demostrar? Tendemos a pensar que el motivo radica en el deseo de encontrar una razón para torpedear las actuales negociaciones», dijo Lavrov en una declaración en directo por la televisión.
Lavrov, que considera un «montaje» la supuesta matanza de Bucha, lamentó que dicha provocación se produjera justo cuando por fin se vio «algo de luz» en las negociaciones con Kiev.
Todo eso ocurre «cuando en las negociaciones del 29 de marzo en Estambul, por primera vez en los contactos entre nuestras delegaciones, la parte ucraniana propuso por escrito su visión del acuerdo en lo que respecta al estatus de Ucrania y las garantías de seguridad», explicó.
Kiev, añadió, asumió entonces el compromiso de convertirse en un Estado neutral, no nuclear y al margen de bloques, a lo que sumó la renuncia a acoger tropas extranjeras en su territorio.
Además, recordó que la «escenificación» fue organizada tres días después de que en un gesto de «buena voluntad» las tropas rusas protagonizaran una desescalada al abandonar las regiones de Kiev y Chernígov.
Por ello, recomendó a Occidente que envíe a Kiev una señal «inequívoca» para que no sabotee las negociaciones de arreglo del actual conflicto.
«De lo contrario, corremos el riesgo de repetir la misma suerte de los Acuerdos de Minsk. Nosotros nunca aceptaremos eso», señaló, en alusión a los acuerdos firmados en febrero de 2015 y que pusieron fin entonces a los combates a gran escala en el Donbás.
El ministro advirtió de que Moscú no tiene intención de «jugar al gato y al ratón» con Ucrania, a la que llamó a excluir definitivamente un posible ingreso en la OTAN.
«Nos inquieta que la parte ucraniana también decidiera exigir que en caso de sellar un acuerdo (con Rusia) en un plazo de varios días se suspendan todas las acciones militares y las Fuerzas Armadas rusas abandonen Ucrania», señaló.
Entonces, añadió, Ucrania celebraría un referéndum sobre los acuerdos con Rusia e iniciaría el proceso de ratificación parlamentaria.
«Hay muchas opciones de que cuando el referéndum salga negativo, sea necesario reanudar de nuevo el proceso negociador», señaló
También advirtió a Kiev en contra de ignorar las demandas rusas sobre la necesidad de «desmilitarizar» y «desnazificar» el país, además de garantizar la defensa de la lengua rusa.
«La comunidad internacional debe saber la verdad. Rusia está dispuesta a trabajar honestamente con Ucrania en la mesa de negociaciones», insistió.
Ucrania mantiene que las tropas rusas cometieron «crímenes de guerra» durante su ocupación y retirada de la región de Kiev, donde habrían muerto varios cientos de personas a manos de los soldados enemigos, asunto que llevará ante la Justicia internacional.
EFE