Unos 130 mil habitantes de Mariúpol siguen atrapados en esta ciudad del sureste de Ucrania, un 90 % de cuyos edificios e infraestructura urbana han quedado destruidos por los bombardeos rusos, según su alcalde, Vadym Boychenko.
Desde este lunes vuelven a funcionar algunos corredores para evacuar a la población, para la que apenas quedan ya suministros de alimentos ni agua potable, declaró el alcalde.
Los ataques sobre la ciudad han remitido, según sus autoridades, pero de todos modos las operaciones de evacuación se suceden con gran lentitud.
Hasta el domingo han podido salir de la ciudad grupos de ciudadanos en automóviles privados, a los que posteriormente se trasladó a la localidad de Zaporiya, desde donde siguen hacia otros puntos del país en autobuses.
La situación es caótica en Mikoláiv, según las autoridades locales de esta asimismo castigada ciudad ucraniana, que denunciaron ataques contra dos hospitales, un orfanato y un laboratorio el pasado domingo.
Se estima que 161 personas han muerto en estos ataques, entre ellas seis niños.
Desde el inicio de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, han muerto a consecuencia de la guerra unos 160 menores, según las autoridades ucranianas.
EFE