La comprensión de por qué los tendones de algunas personas presentan una alta propensión a las lesiones ha avanzado gracias a un innovador mapa tridimensional desarrollado por científicos de la Universidad de Portsmouth.
Según escribieron los autores, este trabajo ha permitido observar, con un nivel de detalle sin precedentes, cómo responde el fibrocartílago calcificado (CFC) —el tejido que actúa como amortiguador biológico en la unión entre tendón y hueso— ante las tensiones generadas por el movimiento y el ejercicio.
El estudio, publicado en Communications Materials, representa una medición precisa de las diferencias en la deformación de pequeñas regiones dentro del CFC cuando se aplican fuerzas desde distintos ángulos.
La investigación, liderada por Atousa Moayedi, estudiante de doctorado de la Escuela de Ingeniería Eléctrica y Mecánica de la Universidad de Portsmouth, demostró que el centro del tejido CFC experimenta una mayor alteración de su forma en comparación con las áreas circundantes cuando se somete a tensión en diferentes direcciones.
Además, se observó que en las zonas donde las lagunas —cavidades microscópicas dentro del tejido— presentan mayor densidad, la distorsión es más acusada. Esto indica que tanto la disposición como el grosor de las capas del CFC influyen de manera significativa en la forma en que se distribuye la tensión en la interfaz entre tendón y hueso.
El equipo utilizó escaneo 3D de alta resolución y técnicas de reconstrucción de imágenes mediante inteligencia artificial para analizar el comportamiento del CFC bajo presión en un modelo murino.
Este enfoque permitió identificar no solo los puntos donde el tejido es más susceptible al fallo, sino también las características clave que favorecen la cicatrización.
Según los autores, “el fibrocartílago calcificado de la entesis (CFC) es una estructura especializada que ancla el tendón o ligamento al hueso y transmite las tensiones del movimiento articular o las fuerzas musculares. Comprender la relación entre la microestructura y la mecánica 3D del CFC es clave para explicar su comportamiento mecánico, su fallo y su regeneración tras una lesión. Estos conocimientos pueden orientar el diseño de biomateriales y las terapias regenerativas”.
El análisis estructural micromecánico realizado incluyó microtomografía computarizada in situ de alta resolución, combinada con reconstrucción por aprendizaje profundo y correlación digital del volumen.
En palabras de los autores, “nuestros hallazgos revelan que, dependiendo del ángulo de tensión, la región central de la morfología lacunar del CFC se deforma más que otras regiones. También identificamos que la organización y el espesor de la microestructura del CFC se correlacionan fuertemente con la distribución de la tensión en la interfaz, siendo las regiones de mayor densidad lacunar las que experimentan una mayor deformación”.
La relevancia de estos resultados se refleja en la posibilidad de prevenir lesiones deportivas comunes, como las que han afectado a figuras como Andy Murray, quien ha sufrido problemas en los tendones de la cadera, Ben Stokes, capitán de críquet de Inglaterra, con lesiones recurrentes en los tendones de la rodilla, y Harry Kane, futbolista que ha enfrentado lesiones en los tendones del tobillo. Una mejor comprensión de cómo y por qué fallan estas fijaciones bajo tensión podría traducirse en estrategias más eficaces de prevención y tratamiento.
Atousa Moayedi subrayó la importancia de estos hallazgos al afirmar: “Una vez que se sabe qué partes experimentan más estrés y por qué, se pueden diseñar mejores tratamientos e implantes que realmente repliquen cómo funciona la unión natural”. El profesor Gordon Blunn, supervisor del estudio y miembro de la Facultad de Medicina, Farmacia y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Portsmouth, destacó: “El punto débil en la transferencia de carga del músculo al esqueleto es la unión del tendón con el hueso. Tras una lesión, esta región tarda en sanar y es difícil de reparar”. Añadió que “el trabajo de Atousa identifica la forma en que la carga se transfiere naturalmente en esta región y sirve como modelo para la reparación y regeneración de tejidos en este sitio”.
El avance logrado por este equipo de la Universidad de Portsmouth abre nuevas perspectivas para el desarrollo de biomateriales y terapias regenerativas, al proporcionar una base estructural y mecánica precisa sobre la que fundamentar futuros tratamientos para las lesiones en la unión entre tendón y hueso.
Un artículo de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), ha precisado: “Los tendones son las bandas de tejido resistentes pero flexibles que conectan los músculos con los huesos. Usted tiene unos 4.000 tendones en todo su cuerpo. Los tendones hacen posible que usted pueda doblar la rodilla, girar el hombro y agarrar con la mano”.
“La actividad física regular ayuda a mantener fuertes los músculos, los huesos y los tendones y puede reducir el riesgo de sufrir lesiones y tendinitis. Pero debe tener cuidado de no exagerar para no lesionarse”, indicaron los NIH.
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