La prevención es la mejor herramienta para cuidar de la salud, y en el caso de la próstata, la detección temprana de cualquier alteración puede marcar una gran diferencia.
La falta de chequeos rutinarios y el diagnóstico tardío son factores clave. En muchos casos, los pacientes acuden al médico cuando ya presentan síntomas, lo que reduce las posibilidades de un tratamiento curativo.
El urólogo Guillermo Llaque indicó que el cáncer de próstata es uno de los tumores más frecuentes en hombres, y en sus etapas iniciales no presenta síntomas. Cuando aparecen molestias urinarias, como dificultad para orinar, aumento en la frecuencia urinaria o sangre en la orina, muchas veces la enfermedad ya está avanzada.
Un diagnóstico oportuno permite detectar no solo el cáncer de próstata, sino también otras condiciones como la hiperplasia prostática benigna (HPB) o infecciones prostáticas que pueden afectar la calidad de vida.
¿Cuándo debe acudir al urólogo?
Se recomienda que los hombres mayores de 45 años acudan a consulta para una evaluación prostática. Sin embargo, si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata, el control debe iniciarse desde los 40 años. El chequeo prostático, parte del interrogatorio dirigido en la consulta, también incluye:
-Antígeno Prostático Específico (PSA): Un análisis de sangre que ayuda a detectar alteraciones en la próstata.
-Ecosonograma prostático: Estudio por ultrasonido que permite visualizar la próstata, evaluar su tamaño y descartar anomalías. Puede realizarse vía abdominal o transrectal según el caso.
-Uroflujometría: Prueba que mide el flujo y la fuerza del chorro urinario, útil para detectar obstrucciones urinarias asociadas a enfermedades prostáticas.