Investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) han identificado una serie de proteínas y moléculas que podrían ser clave para mejorar el pronóstico y el tratamiento de la artritis reumatoide, especialmente en lo que respecta a su relación con el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El estudio, publicado en la revista 'Scientific Reports', se basó en el análisis de muestras de sangre de 219 pacientes con artritis reumatoide, 82 con otros trastornos metabólicos y 64 personas sanas, con el objetivo de buscar biomarcadores de inflamación, es decir, moléculas que permitan medir el nivel de inflamación y evaluar el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas, informa la universidad de Tarragona.
La investigación se centró en dos aspectos: por un lado, unas proteínas llamadas glicoproteínas, concretamente las glicoproteínas A, B y F, y por otro, los microARNs, pequeñas moléculas que regulan negativamente la actividad de los genes reprimiendo su expresión.
En cuanto a las glicoproteínas, el estudio mostró que las personas con artritis reumatoide tienen niveles más elevados de glicoproteínas A y B en comparación con las personas sanas. Esto convierte a estas proteínas en posibles biomarcadores de inflamación, ya que su aumento está relacionado con la gravedad de la enfermedad.
“Cuando se realice un análisis de sangre a pacientes con artritis reumatoide, analizar estas dos proteínas puede permitirnos determinar, de manera más precisa, el grado de inflamación del paciente. Esto puede ayudar a tomar medidas sobre el control de la enfermedad, incluyendo ajustes en el tratamiento y un seguimiento más exhaustivo del paciente”, apunta el investigador del departamento de Medicina y Cirugía de la URV y uno de los autores del estudio, Dídac Llop.
Por otro lado, se ha detectado la importancia de los microARNs, unas moléculas que actúan como "interruptores" que regulan qué genes se activan y cuáles no y, que, según esta investigación, cuando su nivel es bajo, las glicoproteínas A y B aumentan, identificándolas como posibles reguladoras de este proceso inflamatorio.
"Este dato es relevante, ya que estos microARNs podrían convertirse en dianas terapéuticas, es decir, el punto donde un futuro fármaco debería actuar para combatir la enfermedad", explican los investigadores.
La investigación también ha permitido observar que la asociación entre las proteínas glicosiladas y los microARNs es más fuerte en mujeres que en hombres con artritis reumatoide, lo que podría indicar que las pacientes femeninas tienen una respuesta diferente a la de los hombres, posiblemente influida por factores hormonales.
EFE