Rafael Santandreu constata, en una entrevista con Efe, que las enfermedades mentales serias han aumentado en los últimos años pero con la pandemia “el que está mal se ha puesto peor y los que estaban bien, debutan en el malestar emocional”.
Este psicólogo, que fue profesor de la Universitat Ramon Llull y ahora reparte su tiempo entre la psicoterapia con pacientes y la formación de psicólogos, es autor de “Sin miedo” (Grijalbo), presentado esta semana y que pretende ser un manual de ayuda para superar tres problemas psíquicos: los ataques de pánico, la hipocondría y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Y es que estos tres problemas están aflorando con fuerza en los últimos meses porque la incertidumbre de la pandemia “pasa factura ahora” en lo que viene a ser un “fenómeno de estrés postraumático” al que está expuesta toda la población.
Santandreu comenta que es “muy fan de que la gente no vaya al psicólogo” porque los libros de autoayuda cuando están bien hechos son igual de validos que acudir a consulta.
El método que él propone para superar estos trastornos emocionales es “perder miedo al miedo” y congraciarse con las emociones negativas porque al conocer la parte sombría de uno mismo “dejas de tenerle miedo” y el trastorno desaparece.
Considera que lo novedoso de su trabajo es que se trata del primer libro de autoayuda para vencer los trastornos de hipocondría, pánico y obsesiones compulsivas, todo ello avivado por el confinamiento y la pandemia.
Son trastornos que pueden llegar a ser incapacitantes y arruinar la vida: “No poder salir, no poder trabajar ni relacionarte con otras personas, hay pacientes que confiesan que preferirían estar muertos ante tanto sufrimiento”, asegura.
Explica que el libro va dirigido a todo el mundo, ya que “todos somos vulnerables” y las enfermedades emocionales pueden llegar en cualquier momento de la vida. Lo mejor es aprender a “domesticar la mente”, resalta.
El autor de “Sin miedo” es contrario a que los pacientes recurran a los fármacos para tratar la enfermedad porque, en su opinión, muchas veces los tranquilizantes empeoran el pronóstico, como en los ataques de pánico.
En España, dice, el 12 % de la población toma ansiolíticos, que son muy adictivos. Hay personas que toman hasta 15 pastillas al día, que cada vez les hacen menos efecto por lo que aumentan las dosis con el riesgo que ello supone, añade.
Para este psicólogo, la solución no es engancharse a los fármacos si no “perder miedo al miedo, de una vez”.
Y “afrontar, aceptar, flotar y dejar pasar el tiempo” son los cuatro pasos que propone para superar los miedos agudos.
Un método con connotaciones budistas que defiende, ante todo, saber relajarse ante las emociones negativas “en la tormenta”.
Y para explicar como se puede domar la mente, Santandreu trae a colación la que denomina “metáfora de las cloacas” que describe la “desensibilización neuronal” a los estímulos negativos.
Pone el ejemplo de los trabajadores de limpieza expuestos al pestilente olor de la cloaca, olor que con el tiempo el cerebro elimina la percepción negativa y esos mismos empleados pueden tomar su almuerzo, en ese lugar de trabajo, sin sentir náuseas.
Lo mismo pasa con la ansiedad, si el paciente se expone a ella, una y otra vez, le pierde el miedo, deja de doblegar su vida y el horizonte vital se ensancha, sostiene.
EFE