La obligación de tener el certificado covid en Francia para actividades sociales, como ir al cine, a un espectáculo, a un estadio e incluso tomar algo en un bar o en un restaurante, hace innecesario recurrir al confinamiento de los no vacunados, según el presidente galo, Emmanuel Macron.
«Esta medida no es necesaria en Francia», subraya en una entrevista publicada este viernes por el periódico La Voix du Nord el presidente francés, que explica que los países que la han puesto en marcha (en primer lugar Austria) no habían recurrido al certificado sanitario como lo viene haciendo su país desde el verano.
Una forma de señalar el éxito de esa decisión que tomó el pasado mes de julio y que, pese a las protestas que generó con decenas de miles de personas cada sábado manifestándose en contra, ha incrementado de forma muy significativa la tasa de vacunación, que ahora es una de las más altas de Europa solo por debajo de países del sur como Portugal o España.
Actualmente un 76,6% de la población tiene la pauta completa, lo que significa más del 90 % de los susceptibles de haber recibido la vacuna.
Macron, que pide ayuda en la entrevista para «convencer a los que son reticentes» a vacunarse y que «se han encerrado en una desconfianza solitaria», recuerda que se está a la espera de los pronunciamientos científicos sobre si es necesario generalizar la dosis de recuerdo para toda la población mayor de 12 años.
Explica que si se demuestra que la tercera dosis es pertinente para todos, eso se integrará en el certificado covid, es decir, que para que tenga validez habrá que haber recibido esa dosis de recuerdo.
EFE.