Un total de 29 personas han muerto y otros 338 casos de cólera se han detectado en el primer brote en trece años en Siria, país que vive una de sus peores crisis sanitarias por los once años de guerra, detectado hace más de dos semanas, informaron este lunes fuentes oficiales.
El director de enfermedades transmisibles y crónicas del Ministerio de Salud sirio, Zuhair al Sahwi, anunció que la provincia de Alepo, en el norte de Siria, es la más afectada con 25 muertes y 230 casos de cólera, mientras que esta enfermedad se ha extendido prácticamente en todas las regiones del país bajo control de Damasco, según la agencia oficial de noticias siria SANA.
Al Sahwi instó a la población a que pida ayuda médica en caso de sospecha de infección y advirtió que «la mayoría de las muertes pueden ser causadas por retrasos en la búsqueda de atención médica».
El brote fue declarado el pasado 10 de septiembre por la ONG Health Working Group en la autoproclamada región kurdosiria del noreste del país, donde ya hay más de 2.000 casos, según la organización International Rescue Committee (IRC).
La mayoría de los afectados por el cólera se encuentran en las poblaciones que lindan con el río Éufrates, según las ONG.
La ONU ha dado la voz de alarma y ha afirmado que la situación es crítica en Siria, ya que la población local se enfrenta a una grave crisis de agua debido a la sequía, la caída de los niveles de las aguas subterráneas,el caudal reducido del río Éufrates y la funcionalidad reducida de la estación de agua de Alouk, en el noreste del país.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se habían registrado casos de cólera en Siria desde 2009.
El cólera es una enfermedad causada por la ingestión de agua o alimentos contaminados, algo que puede ser difícil de evitar en tiempos de sequía, conflicto o hacinamiento.
La enfermedad puede propagarse rápidamente en contextos como el de Siria, donde actualmente hay más de 7 millones de desplazados internos, y muchos viven juntos en pequeñas tiendas de campaña y casas improvisadas, con acceso limitado a servicios básicos como agua potable, letrinas, instalaciones de lavado y eliminación de basura, según la ONU.
EFE