Todos sabemos que la comida casera elaborada con ingredientes naturales y grasas de buena calidad, poca sal, y sin azúcares añadidos, es más saludable que los platos preparados o los alimentos ultraprocesados, y para sostener mejor esta idea se ha publicado un estudio que ha encontrado que una mayor ingesta de comida basura contribuye a la disminución de la función cognitiva y a una mayor probabilidad de sufrir deterioro cognitivo.
La investigación, que ha sido llevada a cabo por investigadores de la Universidade de São Paulo (Brasil), ha tenido en cuenta los datos de 10.775 adultos de 50,6 años de edad promedio a los que se les evaluó su dieta, si comían alimentos no procesados, mínimamente procesados, o ultraprocesados, entre 2008-2010; 2012-2014 y 2017-2019.
Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por estar muy manipulados y por incluir en su composición grandes cantidades de azúcar, grasas y sal. Entre los más consumidos se encuentran los refrescos, el chocolate, las patatas fritas, los cereales de desayuno, los helados, las sopas instantáneas, los nuggets de pollo y los perritos calientes, entre muchos otros.
Los ultraprocesados podrían aumentar el estrés oxidativo
Los investigadores, y los expertos sanitarios en general, están preocupados por el considerable aumento del consumo de este tipo de alimentos ultraprocesados, que son en parte responsables de las altas tasas de obesidad que hay en el mundo. Y es que, se cree que este tipo de dieta aumenta la inflamación sistémica y el estrés oxidativo, además de incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer y otros problemas de salud.
Los resultados de las pruebas, que se han publicado en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzhéimer, indicaron que “los participantes que reportaron un consumo de más del 20% de las calorías diarias de alimentos ultraprocesados tuvieron una tasa de deterioro cognitivo global un 28% más rápida, y una disminución de la función ejecutiva 25% más rápida, en comparación con aquellos que informaron comer menos del 20% de las calorías diarias de alimentos ultraprocesados”, explica Natália Gonçalves, principal autora del estudio.
Según detalla esta experta, si una persona toma de media unas 2.000 kcal al día, tomar un 20% de esas calorías por medio de ultraprocesados sería equivalente a “alrededor de dos barras de obleas con chocolate (KitKat) de 42,54 g, o 5 rebanadas de pan, o cerca de un tercio de un paquete de patatas fritas de 240 g”. Aunque todavía no se sabe el motivo por el que estos alimentos dañan el cerebro, los autores tienen la creencia de que podrían ser efectos secundarios de lesiones cerebrovasculares o de procesos inflamatorios crónicos.
“La buena noticia es que hay pasos que podemos tomar para reducir el riesgo de deterioro cognitivo a medida que envejecemos. Estos incluyen comer una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad, dormir bien, mantener la mente activa, protegerse de lesiones en la cabeza, no fumar, y mantener la salud cardiovascular”, concluye el Dr. Percy Griffin.
Con información de Web Consultas