El líder mirandino David Uzcátegui, considera que las desigualdades existentes en Venezuela evidencian que la epidemia tiene un mayor efecto en grupos particulares como los discapacitados, personas con enfermedades crónicas y venezolanos con VIH.
“Lo ocurrido la semana pasada con los problemas de territorialidad, desplazados, aumentos en los casos de COVID y decisiones legales que afectan a todo un país, es un simple recordatorio de que la penalización y la improvisación no es la respuesta. Hace más daño que bien”, señala el dirigente.
A su juicio, la pandemia agudiza la dificultad para acceder a medicamentos contra algunas patologías y el VIH, “Lo vemos todos los días en la calle cuando la gente no tiene que comer y los altos costos de la salud motivan al ciudadano a dejar sus tratamientos”.
Uzcátegui asegura que, no hay capacidad interna para responder y, no hay suficientes medicamentos antirretrovirales y reactivos para detectar el VIH. Varias ONG han denunciado que durante la pandemia más de 1.000 personas con VIH han muerto debido a las restricciones para obtener sus tratamientos, así como la atención en hospitales públicos.
Ante la muerte de ya más de 400 trabajadores de la salud en la pandemia, en el país, hace un llamado, pues “necesitamos protección de los trabajadores de la salud que están en la línea de combate de cualquier respuesta. Garantizar el derecho a la salud es nuestra mejor defensa contra las epidemias mundiales”.
Sobre uno de los problemas más urgentes que confronta el país manifiesta que “no descansaremos hasta poder ayudar en el plan de vacunación Masiva contra el COVID-19. Igualmente es necesario cualquier programa que permita el acceso a los medicamentos dirigido a los grupos más vulnerados”.
“Amigos, necesitamos construir una cultura de solidaridad, confianza y amabilidad. Juntos seremos la fuerza indetenible para que ser de nuevo un país modelo ante el mundo, un país donde cabemos todos. Un país donde a todos nos importa a sus habitantes”, citó para culminar.
Con información de NP