Tres chimeneas de magma permanecen activas después de que se haya reducido gradualmente la actividad de la erupción volcánica que comenzó anoche en la península islandesa de Reykjanes, según informó la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO por sus siglas en inglés).
A primera hora de la tarde se habían contabilizado aún cinco surtidores situados a lo largo de la fisura, que en su punto álgido esta noche presentaba actividad semejante a un muro de fuego a lo largo una extensión de cuatro kilómetros.
En su información más reciente, la IMO señaló además que la lava ha fluido principalmente hacia el este, aunque también hay una lengua que se está extendiendo hacia el oeste.
Desde que comenzó la erupción, se han registrado 320 movimientos sísmicos, el de mayor intensidad de 4,1 en la escala Richter, aunque la actividad disminuyó en la madrugada y desde el mediodía de hoy sólo se han contabilizado diez, agregó.
No obstante, la IMO advirtió de que existe una probabilidad aumentada de que se produzcan más erupciones a lo largo de la fisura inicial, o más al norte, o al sur, y alertó de que pueden originarse muy rápidamente, ya que anoche sólo mediaron 90 minutos entre las primeras señales y la erupción en sí.
Por el momento el fenómeno no pone en riesgo las casas de la localidad más próxima, Grindavík, que fue evacuada el pasado 10 de noviembre, ni ninguna infraestructura humana.
Sin embargo, han señalado los expertos, la decreciente potencia de la erupción no es un indicador de que vaya a terminar pronto, sino sólo de que se ha estabilizado, mientras que el fenómeno puede prolongarse todavía durante meses.
«Creo que es muy difícil decir nada cuando está la naturaleza de por medio, pero tal y como parece estar concluyendo esta mañana, parece que hemos tenido bastante suerte con la localización y desarrollo y esperamos que se mantenga así», dijo esta mañana el ministro islandés de Infraestructura, Sigurður Ingi Jóhannsson, en declaraciones a la televisión pública RUV.
EFE.