Las autoridades de Miami Beach, Florida, han impuesto un toque de queda en la ciudad debido a la multitud de turistas estadounidenses que se viajaron a las playas ilusionados con el fin de la pandemia.
Durante 72 horas, los visitantes deberán abandonar las calles y los restaurantes tendrán que cerrar sus puertas a las 08:00 pm locales en las principales zonas turísticas de South Beach, el epicentro de la fiesta de Miami Beach, anunciaron autoridades.
Además, los tres puentes que conectan la isla con tierra firme, estarán cerrados al tráfico a partir de las 10:00 pm. Solo tendrán paso los residentes, los trabajadores y los huéspedes de los hoteles.
"Esto es un asunto de seguridad pública", indicó el administrador interino de la ciudad, Raúl Aguila, al anunciar las medidas.
La decisión viene luego de semanas de intensa fiesta en Miami Beach, que todos los años, en marzo, esta pequeña isla aloja a miles de estudiantes de todo el país que deciden pasar las vacaciones de primavera.
Con información de El Universal