El papa Francisco constató que «desgraciadamente» el inicio del año está marcado por una «intensificación de las tensiones y la violencia» y mostró su preocupación por las señales que llegan desde Oriente Medio después del aumento de la tensión entre Irán y los Estados Unidos y que amenazan con «crear las bases de un conflicto a mayor escala».
El papa se refirió a ello este jueves durante el tradicional encuentro de principios de año con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y que sirve para hacer una balance del año anterior y denunciar los conflictos y desigualdades en el mundo.
Para Francisco estas tensiones están «poniendo en riesgo ante todo el lento proceso de reconstrucción de Irak» y denunció que pueden «crear las bases de un conflicto a mayor escala que todos desearíamos poder evitar».
Ante ello, renovó su llamamiento para que todas las partes interesadas «eviten el aumento de la confrontación y mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol, en el pleno respeto de la legalidad internacional».
Ante los embajadores de los 183 países con los que el Vaticano mantiene relaciones, Francisco afirmó que «desgraciadamente, el Año Nuevo no parece estar marcado por signos alentadores, sino por una intensificación de las tensiones y la violencia».
EFE