Una oleada de incendios está asolando miles de hectáreas en Francia, en particular en el departamento de Gironda, al suroeste del país, donde 6.000 hectáreas han sido quemadas y 6.000 personas han tenido que ser evacuadas por uno de los fuegos más importantes que se recuerda en el país.
Además, hay importantes fuegos en los departamentos de Isère, Drôme y Aveyron, en el sureste, pero también en el de Marne-et-Loire, en el noroeste de Francia, donde el viento y las elevadas temperaturas están dificultando las labores de extinción.
Tras un mes en el que ardieron 47.000 hectáreas en Francia, un récord en julio, según el Sistema Europeo de Información sobre Fuegos, la situación volvió a complicarse en las últimas horas a causa de las condiciones climáticas.
La atención se centra en Gironda, localidad donde el fuego parecía controlado en los últimos días, pero se ha reavivado durante la madrugada y se ha extendido rápidamente, alcanzando a una superficie de hasta seis terrenos de fútbol por minuto, según la Prefectura local.
Las autoridades calculan que el fuego se ha reavivado en unos 40 puntos de forma simultánea, aunque por ahora no avanzan hipótesis sobre el origen de las llamas.
La violencia del incendio y la velocidad de propagación han llevado a las autoridades a evacuar a 6.000 habitantes de diferentes municipios, mientras que por ahora se calcula que 16 casas han sido ya afectadas por el fuego.
Muchos de los afectados ya fueron evacuados en julio pasado por otro importante incendio que se declaró en la región y que acabó arrasando 13.000 hectáreas.
Frente a la violencia de las llamas, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció un refuerzo de los medios para combatir las llamas.
A través de Twitter aseguró que más de mil bomberos, nueve aviones y dos helicópteros combatirán ese fuego con la intención de priorizar las vidas humanas, en sintonía con lo expresado con el prefecto delegado de Gironda, Martin Guespereau.
Añadió que la jornada se presenta “muy complicada” a causa de las elevadas temperaturas, en torno a los 40 grados, y del viento.
Agregó que las llamas se acercan a la autopista A63, que une Burdeos con la frontera española, y que ha sido cerrada por precaución, ya que el humo del incendio dificulta la visibilidad.
A Mostuejouls, je suis venu faire un point sur les incendies qui touchent l’Aveyron et la Lozère et dire ma reconnaissance aux sapeurs-pompiers engagés sur le terrain.
— Gérald DARMANIN (@GDarmanin) August 10, 2022
A travers eux, c’est aux 10 000 sapeurs-pompiers mobilisés contre les flammes que je veux dire merci. pic.twitter.com/bMlbrYh6du
El Ejecutivo francés, que la pasada semana abrió un gabinete de crisis para seguir las consecuencias de la sequía, incluidos los incendios, ha desplegado medios militares por todo el país para contribuir a la extinción de los fuegos.
Más al este, en el departamento de Drôme, unas 300 hectáreas han sido ya arrasadas por las llamas, que siguen progresando sin control y que han provocado heridas leves a tres bomberos en las labores de extinción.
Durante la madrugada también se reavivó el incendio del macizo de la Chartreuse, en el departamento de Isère, donde casi 200 hectáreas han sido afectadas y unas 170 personas han sido evacuadas.
Noticiero Venevisión / EFE