El Gobierno francés admitió este miércoles que el toque de queda en vigor en Francia desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana no ha logrado frenar con la eficacia esperada la circulación del coronavirus, por lo que estudia implantar mayores restricciones.
«El toque de queda tiene una eficacia relativa, real pero insuficiente a estas alturas«, destacó en rueda de prensa el portavoz gubernamental, Gabriel Attal, tras la celebración de un Consejo de Ministros y de un Consejo de Defensa.
Entre los escenarios barajados figura tanto el mantenimiento «improbable» del toque de queda actual, adelantado de las 20 a las 18 horas el pasado 16 de enero en toda Francia, como un nuevo confinamiento estricto.
El Ejecutivo se había dado dos semanas para medir la eficacia del toque de queda, que se cumplen este sábado, antes de corregir o no su hoja de ruta con nuevas medidas.
El portavoz gubernamental indicó que a la espera de tener las conclusiones definitivas, y ante la constatación de que aumenta tanto la tasa de incidencia como la presión hospitalaria, se contemplan esas posibles modificaciones para estar preparados para su puesta en marcha.
Los escenarios barajados serán consultados «en los próximos días» tanto con el Parlamento como con los sindicatos y la patronal, precisó Attal, según el cual el presidente, Emmanuel Macron, ha pedido análisis epidemiológicos y científicos de cada uno.
EFE